
¿Qué son las válvulas ATEX? Responde Hawk
Comprender la normativa y la importancia de las válvulas certificadas para la seguridad en entornos con riesgo de explosión
La seguridad, en el ámbito industrial, es una prioridad absoluta, sobre todo en aquellos entornos en los que la presencia de sustancias inflamables puede crear situaciones potencialmente explosivas. Para trabajar con total tranquilidad, es fundamental que la maquinaria y los componentes estén diseñados y certificados según normas estrictas y, entre ellos, las válvulas ATEX desempeñan un papel fundamental.
Pero, ¿qué significa exactamente ATEX? ¿Y por qué estas válvulas son tan importantes en determinados sectores?
La directiva ATEX: clasificación y requisitos
El término ATEX proviene de la Directiva Europea 2014/34/UE (anteriormente 94/9/CE), que se refiere a los aparatos y sistemas de protección destinados a ser utilizados en atmósferas potencialmente explosivas. Su objetivo es garantizar la libre circulación de dichos productos dentro de la Unión Europea, asegurando al mismo tiempo un alto nivel de seguridad para los trabajadores expuestos a riesgos de explosión. Concretamente, una atmósfera explosiva se produce cuando una mezcla de aire y sustancias inflamables (en forma de gases, vapores, nieblas o polvos) está presente en una concentración tal que una fuente de ignición (chispa, calor, llama, descarga electrostática) puede provocar una explosión.
La directiva ATEX clasifica los equipos en grupos y categorías según el nivel de riesgo y el tipo de atmósfera explosiva en la que pueden funcionar. Las áreas peligrosas se dividen en zonas, según la probabilidad y la duración de la presencia de una atmósfera explosiva:
Zonas para gases, vapores y nieblas:
- Zona 0: área en la que hay una atmósfera explosiva de forma constante, durante largos periodos de tiempo o con frecuencia.
- Zona 1: área en la que es probable que se forme ocasionalmente una atmósfera explosiva en condiciones normales de funcionamiento.
- Zona 2: área en la que no es probable que se forme una atmósfera explosiva en condiciones normales de funcionamiento o, si se forma, solo persiste durante un breve periodo de tiempo.
Zonas para polvos combustibles:
- Zona 20: área en la que una atmósfera explosiva en forma de nube de polvo combustible está presente de forma continua, durante largos periodos de tiempo o con frecuencia;
- Zona 21: área en la que es probable que se forme ocasionalmente una atmósfera explosiva en forma de nube de polvo combustible en condiciones normales de funcionamiento;
- Zona 22: área en la que no es probable que se forme una atmósfera explosiva en forma de nube de polvo combustible en condiciones normales de funcionamiento o, si se forma, solo persiste durante un breve periodo de tiempo.
Los equipos ATEX, a su vez, se clasifican en grupos y categorías:
- Grupo I: aparatos para minas subterráneas y sus partes en superficie expuestas al peligro de grisú y/o polvos combustibles;
- Grupo II: aparatos para todas las demás áreas (fábricas, instalaciones) donde existe peligro de atmósferas explosivas.
Dentro del Grupo II, los equipos se subdividen en categorías (1, 2, 3) según el nivel de protección; la Categoría 1 ofrece el mayor nivel de seguridad.
El marcado ATEX en un componente, como una válvula, indica que ha sido diseñado, probado y certificado para funcionar de forma segura en una atmósfera explosiva específica, minimizando los riesgos de ignición debidos a chispas, altas temperaturas superficiales o descargas electrostáticas.
¿Dónde se pueden utilizar las válvulas ATEX?
Las válvulas ATEX son esenciales en cualquier entorno en el que la combinación de sustancias inflamables y oxígeno pueda crear una mezcla explosiva. Su aplicación se extiende a numerosos sectores industriales de alto riesgo, garantizando la seguridad de las instalaciones y del personal. Entre los principales sectores de aplicación se incluyen:
- Sector petrolero y gasístico: el ámbito más conocido para la aplicación de las normativas ATEX. Las válvulas certificadas son indispensables en todas las fases, desde la extracción hasta el transporte, pasando por el refinado y el almacenamiento de hidrocarburos. Las instalaciones de perforación, las refinerías, los depósitos de combustible y los gasoductos requieren válvulas que puedan funcionar de forma segura con gases, vapores y líquidos inflamables. Las válvulas controlan el flujo de petróleo crudo, gas natural, gasolina, diésel y otros derivados, donde una sola chispa o un punto caliente pueden tener consecuencias catastróficas.
- Industria química y farmacéutica: estos sectores utilizan y producen una amplia gama de sustancias inflamables, disolventes, reactivos y polvos. Las válvulas ATEX se utilizan en procesos de mezcla, reacción, transferencia y envasado para prevenir explosiones debidas a la presencia de vapores orgánicos o polvos finos;
- Industria alimentaria y de bebidas: aunque pueda parecer menos arriesgado, también en este sector pueden existir entornos con riesgo de explosión, especialmente en presencia de polvos combustibles como harina, azúcar, cereales o cacao. Las válvulas ATEX se utilizan en sistemas de transporte neumático, silos y procesos de elaboración en los que la formación de nubes de polvo puede ser peligrosa.
- Industria maderera y papelera: el procesamiento de la madera y el papel produce grandes cantidades de polvos combustibles, como serrín y fibras de celulosa. Las válvulas certificadas son necesarias en instalaciones de aspiración, silos de almacenamiento y sistemas de transporte.
- Centrales eléctricas: en las centrales que utilizan combustibles sólidos finamente pulverizados, el riesgo de explosiones por polvo es significativo; por lo tanto, las válvulas ATEX son indispensables en los sistemas de alimentación de combustible y de gestión de cenizas;
- Tratamiento de aguas residuales: algunos procesos de tratamiento de aguas residuales pueden generar gases inflamables (por ejemplo, metano procedente de la digestión anaeróbica). Las válvulas utilizadas en estas áreas deben estar necesariamente certificadas por ATEX.
En todos estos contextos, la elección de válvulas que no cumplen con la directiva ATEX o que no son adecuadas para la zona de riesgo específica constituye una grave infracción de las normas de seguridad y puede exponer a peligros inaceptables.
Válvula ATEX: funcionamiento y consideraciones técnicas
El principio de funcionamiento de una válvula ATEX es muy similar al de una válvula estándar; lo que la convierte en «ATEX» es su construcción y su conformidad con requisitos específicos destinados a eliminar o reducir al mínimo las posibles fuentes de ignición. Estos requisitos incluyen:
- Control de las temperaturas superficiales: todos los componentes externos e internos que puedan entrar en contacto con la atmósfera explosiva deben funcionar por debajo de la temperatura de ignición del gas o del polvo presentes, lo que puede requerir materiales con alta disipación del calor o límites operativos específicos.
- Prevención de chispas: se aplican medidas constructivas para evitar la formación de chispas debidas a la fricción, el impacto o la acumulación de cargas electrostáticas.
- Protección contra sobrepresión: en las válvulas que gestionan fluidos, es fundamental prevenir roturas debidas a sobrepresión, ya que una fuga de fluido inflamable puede crear una atmósfera explosiva. Las válvulas de descarga o de seguridad, en particular, están diseñadas para liberar la presión de forma controlada y segura.
- Materiales de construcción: se eligen materiales compatibles con el fluido y con el entorno externo, resistentes a la corrosión y al desgaste, que no generen cargas electrostáticas;
- Diseño ignífugo o antideflagrante: para las válvulas instaladas en zonas de mayor riesgo, el diseño puede incluir contenedores capaces de resistir una explosión interna y evitar que se propague al exterior (Ex d).
La elección de una válvula ATEX específica depende no solo de su función, sino también de la zona ATEX en la que se instalará, del grupo de gases o polvos presentes y de la clase de temperatura máxima permitida.
Las válvulas ATEX de Hawk para el sector petrolero
Consciente de la importancia de la seguridad y el cumplimiento normativo en entornos de alto riesgo, especialmente en el sector petrolero, Hawk Pumps incluye en su catálogo accesorios y componentes específicos con certificación ATEX, diseñados específicamente para funcionar en sinergia con sus sistemas de bombeo en entornos donde la presencia de atmósferas potencialmente explosivas es una realidad constante.
Entre las soluciones más destacadas se encuentra, por ejemplo, la válvula de regulación VBA 80/280 ATEX - Válvula de regulación con by-pass ATEX II 2GD TX, un componente esencial para el control del caudal y la presión en sistemas de alta presión, cuya certificación ATEX II 2GD TX la hace apta para su uso en zonas con presencia de gases, vapores (Categoría 2G) y polvos combustibles (Categoría 2D), donde es probable que se forme ocasionalmente una atmósfera explosiva, y la válvula de descarga de seguridad VS 80/400 ATEX - Válvula de descarga ATEX II 2GD TX, un dispositivo de protección indispensable en cualquier instalación de alta presión que opere en entornos de riesgo. Esta última también cuenta con la certificación ATEX II 2GD TX, lo que garantiza un funcionamiento seguro en atmósferas explosivas de gases y polvos; de hecho, su función principal es liberar el exceso de presión del sistema, protegiendo la bomba y las tuberías de daños debidos a la sobrepresión.
Elegir las válvulas ATEX de Hawk Pumps significa confiar en componentes que no solo ofrecen el rendimiento y la fiabilidad característicos de la marca, sino que también están diseñados y certificados para funcionar con total seguridad en los entornos más críticos. Su integración en sistemas de alta presión garantiza que toda la instalación cumpla con los más altos estándares de seguridad exigidos por la directiva ATEX.
Para obtener más información sobre la gama completa de accesorios certificados ATEX y encontrar la solución más adecuada a las necesidades específicas de su instalación en el sector petrolero u otros ámbitos de riesgo, póngase en contacto con nosotros: nuestro equipo de expertos está a su disposición para ofrecerle asesoramiento y asistencia técnica personalizada.
Comparta este Artículo